domingo, 25 de enero de 2015

Ignorancia








Vivir en la ignorancia por costumbre, 
saberte tan minúscula a ti misma,
sintiendo la conciencia como un cisma
que lejos de saberes te apenumbre.

Todo debido al ego, que salumbre,
se revuelve formando una marisma
donde el verbo carece de carisma
sin nada talentoso que lo encumbre.

Qué absurdo ser feliz en las aceras,
desde allí no se alcanza a los luceros,
ni el sol calienta como tú concibes.

Camina lenta aunque sin esperas,
buscando sin cesar por los senderos,
que tu voz se revele en lo que escribes.





jueves, 22 de enero de 2015

Ojos






















Se acomoda delante del espejo,
y se observa con mucha sutileza,
tiene labios de besos malgastados
y ojeras que le surcan la mirada.

Absorta en sus tristezas permanentes,
descubre que unos ojos masculinos
habitan muy adentro de los suyos,
y viven en sus cuencas tan vacías.

Ella no retrocede ante su asombro,
y ansiando conocer, busca preguntas
a su yo melancólico y exhausto.

Desde entonces se sabe acompañada,
y sin temor se planta frente a él,
desde el lado contrario del cristal.







jueves, 8 de enero de 2015

Desafío



















Silvio M. Rodríguez C.


Me desafía exhibiendo una duda
que me genera un agobio tranquilo
y hace responda cerrando el oído
mientras sostengo mi aliento sin cura.

Juega conmigo lanzando preguntas
que siempre tienen anversos amigos
y unos reversos sin otro sentido
que el inducir a sus zonas nocturnas.

Paciente habita en mi cuello, en mis hombros
que saben ser de un color inaudible,
y en mi rodilla derecha, la grave.

Por entrenar, le permito sus modos
recios y agudos buscando en lo triste
un argumento que venza a mi sangre.


















Carmen Jiménez.

Tan caballero sujetas tu látigo
y las palabras entonces omites,
tras intuir la ignorancia de aquella,
que te requiere intentando retarte.

Quizás pretenda sembrar la caricia
y despejar la tristeza que ocultas,
en esos ojos profundos y oscuros
que se llevaron al alba su luz.

Ser un abrazo de aliento por ti,
y disfrutar la dulzura del verbo,
que derramado regalas sin coste.

Tras sus disculpas arrecia la calma,
sólo quería escribir al amor,
y se dispone a intentarlo contigo.




Silvio M. Rodríguez C.

Para liarte conmigo en un poema
mejor que preparés el ojo y la mirada,
porque yo soy de mente amurallada
te muestro de movida mi problema.

Y es que a mí me fascina la vanidad extrema
tanto, que hasta en el todo hallo su nada,
porque me gusta hacer de mi verbo una espada
busco en los precipicios el último lexema.

Para que me sepás de fondo y forma
yo te cuento mi hastío más profundo
por elevarte el ánimo mostrándote mis daños.

Ya verás que en principio no me aferro a la norma
cuando por fin entiendas cómo soy cuando fundo,
cuando de golpe veas lo antiguo de mis años.