miércoles, 3 de diciembre de 2025

Nada

 













Nada guardan ya mis labios
 ante el silencio de los tuyos
y mis ojos
 vuelven a sonreír 
sin el cortejo de tu mirada.


Mi brillo ahora es más sereno
y una luz, aún tenue
desde la paz que a veces me atropella,
me recuerda que a pesar de ser tu nada,
soy mi plenitud y mi dicha.



Sucedió que te fuiste a otro universo
y decidiste guardarme en un lugar llamado nada,
porque allí es donde debo estar.

Porque todo lo que fuimos,
quedó reducido a nada.