Silencios

Los silencios escuchan siempre la voz del otro
donde tan solo el aire resulta suficiente
para predecir sueños por ambos compartidos,
pensamientos de paz que iluminan la vida.

Doctrinas de alianzas que la piel reconoce,
secuencias de fracasos que apenas percibieron
en su dulce amistad dañada por instantes
el ansiado crepúsculo y su intenso perfume.

Los vocablos definen nuestras sombras, que acogen
cicatrices inútiles de heridas invisibles
para postergar siempre las más grandes historias.


Y tus poemas filtran en mis labios desiertos
al hombre, que trocado en inmensa ternura
engendra mariposas a través de sus manos.

Manuel Martínez Barcia

A veces me pregunto si tú eres esa voz
que tan próxima grita los ecos de la calma
mientras puedo sentir derrames interiores,
el tacto de tu piel con lluvia en los adentros.

A veces soy espejo mirando de perfil
los párpados de sombra que saben contraluz
la existencia de ti junto al mundo inicial
que pronunció la noche conmigo en lejanía.

A veces, solo a veces, te sueño interrogante,
a punto ya de ser la entraña de un violín
con música ferviente de alguna negación,

acaso los recuerdos ya pasados de moda,
tercamente asomados a días del ayer,
sin patio, sin ventanas, sin tu lengua en mis labios.