miércoles, 7 de octubre de 2015

Soledad
































Esa sombra pertinaz que no descansa y me exige ser otra
obviando a la que soy en estos instantes.

Se presenta sin aviso e invade este cuerpo, que,
ausente de caricias y pleno de tristezas
se descuida en su carácter.

Como pretexto, la soledad, que camina en avanzada
y se introduce en mis uñas.

Y yo, que me siento presa fácil,
permito que se oculte la alegría
que aún permanece en los pliegues de mi boca.

Vida sin vida, me digo, asnósmica de perfumes
que cada cierto tiempo regresan
colmando mi existencia de regocijos.




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