jueves, 17 de octubre de 2024

No sé.

 

















No sé cómo me atrevo a escribir,
si carezco de magia para ver lo invisible,
si mi voz sólo sabe revelarse
vestida de tragedia melancólica.

Cómo me atrevo entre vosotros,
si, aún, no sé volar entre mis versos.

Sí, es cierto que no me reconozco
en poemas escritos del pasado,
que ya no admito daños indelebles,
para siempre en mis mapas.

He cerrado la puerta a una historia
donde solo cabía el desamor
y un ansia inacabable por vivir
desde la libertad.

Ahora, ya no anhelo presentes mitológicos
ni padezco tristezas infinitas,
porque no lo per-mi-to.

Ahora, he aprendido a perdonarme
y el espejo me habla con amor,
desde un poso de paz y sin nostalgias.

Mis guerras han perdido su argumento.

Solo, sigo intentando
amar a la mujer que fui entonces,
para llegar a ser la que sólo yo intuyo.

Deseadme fortuna.

lunes, 30 de septiembre de 2024

Desde mi amor.

 

Entiendo que se hable del dolor,
lo acepto como parte del proceso,
es necesario un duelo que nos cure
en medio de la noche melancólica,
donde, con la certeza exacta de la muerte,
aprendemos, al fin, a perder lo que más amamos.

Entonces, te das cuenta, y sólo entonces,
que ya no volverás a sostener sus manos
entre las tuyas.

Que todo va muriendo lentamente,
y a veces, demasiado veloz.
Nada se puede hacer
ante la certidumbre de lo efímero.

Si puedo decidir, que seas mi tesoro,
por siempre en mis recuerdos,
que tus ojos persigan a los míos,
que los míos anhelen a los tuyos,
desde el amor que ambas nos profesamos juntas

De madre a hija,
de hija a madre.