domingo, 31 de agosto de 2025




















No me hablo con él, sé que forma parte de mis sombras y no consigo dejarlo atrás en mi camino. 
A veces me intenta estrangular por la garganta, y mi pecho se encoge con visiones de lo que pudo ser y no fue, de lo que pude ser y no fui.


Es mi miedo e intenta devorarme como un lobo hambriento esperando a que caiga la noche y muestre mi debilidad. Me conoce bien y sabe, que detrás de mi fortaleza, solo se esconde una niña hambrienta de abrazos y miradas que lo digan todo. Una niña y una adulta mujer, pues ambas dos son lo mismo dentro de mí.

Y cada amanecer, a pesar de este miedo que no me da tregua, vuelvo a reinventarme, agradezco cada despertar y los dones que me han sido dados. Todas las vidas que se me han permitido vivir dentro de esta. Me miro a mí misma con la bondad necesaria para poder hacerlo con los demás.


Con la bondad  de los que se enfrentan al miedo y aspiran  poder derrotarlo alguna vez...





martes, 5 de agosto de 2025

Orquídeas




                                        

  Te aseguro que he procurado cuidarlas lo mejor posible, me informé  en internet sobre el riego, la luz y temperatura idóneas. Pero ha vuelto a pasar. Las orquídeas no han florecido y la planta se está apagando como todas las que me has regalado año tras año desde que nos conocimos. Esta última vez llegué a ilusionarme, pensé que si me esforzaba, sería capaz de mantenerlas con vida porque comenzaron a florecer. Finalmente, todos los pétalos cayeron al suelo.

Me pregunto si no es esto una premonición de todo lo que no volvería a ser por mucho que lo intentáramos de nuevo. Para mí era el último símbolo de nuestra relación. Si la planta muere, nada tuyo me queda con vida para cuidar, nada supe hacer con nosotros.


Al mismo tiempo, me censuro por esta sensiblería andante  que se cuela en la soledad que he decidido habitar desde que te dejé. Dos años ya donde no somos nada el uno en el otro a pesar de lo que mucho que fuimos. Una clausura elegida que ayuda a conocerme en el silencio, que abraza a la mujer débil, fuerte, dulce, áspera, alegre y melancólica, pues todas ellas soy por momentos.

Porque el camino andado siempre nos conduce a nuevos caminos . Gracias.





domingo, 2 de febrero de 2025

Sola.

 



Si hubieras llegado a saber lo sola que me quedaría, no habrías querido morirte”

En los últimos años tu frase más habitual era“ si muriera de una vez," estabas  cansada de vivir, y tu estado melancólico, herencia de la abuela, añadido a algunas experiencias vitales muy duras te volvieron melancólica. 

Me dolía profundamente oírte decir eso, que te querías morir, y bromeaba contigo en que cuando llegara el día, lo celebraría solo porque tu deseo se habría cumplido.

También te decía que a mí me seguías haciendo mucha falta, que a pesar de nuestras discusiones, -siempre tuviste mucho amor propio y una dignidad a veces desmedida- tu figura me era imprescindible. Desde tu sillón, aunque no pudieras hacer ninguna tarea física, me era mucho más soportable la vida.


Tú argumentabas que no te necesitaba, que tenía muchas amigas, y que, de una vez, me ibas a dejar tranquila para que yo pudiera viajar e ir de un lado para otro. Yo callaba, pero sería una hipócrita si no pensara, desde mi cansancio, por tus continuos cuidados, que llevabas razón, que tu muerte, me dejaría vivir la  vida.


Ese día llegó, y me despedí cogida de tu mano y escuchando el último latido de tu corazón. A pesar de sentir una enorme tristeza, me entró paz, me encontraba exhausta física y mentalmente, después de encontrarte varios días gravemente enferma. Al poco tiempo, cuando conseguí descansar, fui realmente consciente de que ya no volvería a verte nunca más, y me arrasó el enorme vacío de tu ausencia.


Antes, no era como ahora, madre. Ya lo sabes, las familias, vivíamos todos juntos. Los abuelos se quedaban a meses con los tíos y con nosotros, y la palabra residencia, no existía en nuestro vocabulario, Eso solo era para los que no tenían quien los cuidara. Vivímos varias generaciones en la misma casa y unas fueron sucediendo a otras. En mi caso, llevaba razón. Me he quedado completamente sola...


Ahora todo el mundo dice que se vive muy bien solo o sola, que es lo mejor, porque uno decide hacer con su vida lo que quiere, disfruta de sus gustos y aficiones sin tener que compartir. Todo está orientado hacia la individualidad como sistema garantista de felicidad. Y yo, sin embargo, no me hallo, no entiendo esto de vivir para uno sin compartir con nadie más. No le encuentro la gracia a cocinar o limpiar para una, total, nadie te dirá si la comida estaba buena o el baño quedó reluciente.


Me casé joven, cuidé de mis padres y ahora que tengo una vida más o menos resuelta, estoy sola. Si, por supuesto que tengo amigas y amigos, pero tenemos todos tantas cosas que hacer, que hasta para quedar, cronometramos el tiempo,miramos agendas y clasificamos las amistades según lo que nos aporten. Ya no quedamos para escuchar, porque ante todo, queremos que nos escuchen a nosotros.

Si mamá, vivo sola, con la compañía de Luz y Croque, también grandes amores de vida.

¿Y sabes? Las mañanas de los domingos, aún me parece verte asomar al umbral de la puerta de mi dormitorio para ver si he despertado y preguntarme que tal he dormido.

Es terrible que hayas tenido que morirte, para darme cuenta de cuánto te amaba.

Yo, por si acaso, por si me ves, te confieso, que no hay ni habrá, mejor madre que tú. 

Siempre te querré.