El mundo gira sin cesar con sufrimientos humanos y me agota, me duele todo hasta el extremo. No quiero tanta tristeza, soy una cobarde. ¿No lo entiendes? ¿Quién me hizo así? Nostálgica y sensible, a la vez que dura y cruel conmigo misma.
¿Podrás venir tú a mí?- me pregunto- intuyendo la respuesta. No escuchas mis lamentos porque son inaudibles para tu alma. Y aquí estoy, perdida en lo intrínseco de mi interior.
Necesito ser alguien en mí para poder existir en ti. Mas no encuentro el camino, no lo hallo, y tú que no comprendes…
Y así me siento, sola entre la multitud con risas y abrazos, despoblada y tremendamente vacía en el silencio.
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