Ella cree que algún día será valiente, e incluso visualiza por instantes el momento posterior en que decidirá tomar las riendas de su propia vida caminando a solas sin necesidad de sujeción.
Si piensa de esta forma, es porque nunca supo de esa sensación y la anhela en secreto, sin embargo; un hilo invisible la sujeta con firmeza a una realidad palpable, la suya.
Él, que la intuye, se resguarda bajo la soledad de su boca divisando una tormenta, que, como otras veces, no se explica porqué llegó sin previo aviso.
No hay peor ciego que el que no quiere ver ¿No observa que sus ojos ya no son espejos donde ella pueda mirar con pasión? ¿No palpa el desencanto de esa voz rasgada que hiere sin motivos?
Si piensa de esta forma, es porque nunca supo de esa sensación y la anhela en secreto, sin embargo; un hilo invisible la sujeta con firmeza a una realidad palpable, la suya.
Él, que la intuye, se resguarda bajo la soledad de su boca divisando una tormenta, que, como otras veces, no se explica porqué llegó sin previo aviso.
No hay peor ciego que el que no quiere ver ¿No observa que sus ojos ya no son espejos donde ella pueda mirar con pasión? ¿No palpa el desencanto de esa voz rasgada que hiere sin motivos?
El silencio la carcome por dentro ante un desamor que se le ha declarado omnipotente y vitalicio.
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