Miedos
¿Qué hacer cuando a una le cae el día así? Apenas puedo dar un paso sobre otro. Me encuentro cansada, sin energía, sintiendo que lo que me sucede ya estaba escrito, como también pasó otras veces, porque desgraciadamente los humanos, no mutamos en mariposas.
A veces siento la vida como un enorme precipicio que intuyendo mi vértigo, desequilibra a propósito el mundo de mis rutinas sin concesión o tregua alguna.
No sé, quizás no merezca el amor, o en otra vida fui una malvada que cortaba cabezas. Y así respiro,medio neurótica, medio lúcida, dándome de bruces contra muros invisibles que yo misma construyo.
Incrédula y hastiada de un presente universal cubierto de soledad me refugio en la melancolía de la niña que fui.
A veces siento la vida como un enorme precipicio que intuyendo mi vértigo, desequilibra a propósito el mundo de mis rutinas sin concesión o tregua alguna.
No sé, quizás no merezca el amor, o en otra vida fui una malvada que cortaba cabezas. Y así respiro,medio neurótica, medio lúcida, dándome de bruces contra muros invisibles que yo misma construyo.
Incrédula y hastiada de un presente universal cubierto de soledad me refugio en la melancolía de la niña que fui.
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